Demás está decir que el liderazgo no es algo que se compre o que se aprenda tras leer un libro de auto-ayuda, mucho menos un artículo de un Blog. Porque no hay recetas para ser líder, porque existen líderes naturales y porque mucha de la “suerte” que observamos, es una correcta creación de las circunstancias propicias y no meramente “suerte”.
Hay líderes que utilizan el miedo y la presión para mantener sus grupos de trabajo, pero este “estilo” (si le podemos decir así) está visto que no tiene buenos resultados. Un grupo de trabajo que odia a su líder no se implicará en cumplir sus objetivos, solo esperará hacer lo mínimo e indispensable para asegurarse de cobrar el sueldo.
En este sentido, un líder inspirador, tiene que ver más con predicar con el ejemplo. Si un líder es una persona cabizbaja, que se centra meramente en lo burocrático y se rodea de gente que poco se implica con lo que hace, no es un buen líder. Un líder debe tener el mismo espíritu emprendedor que debe saber encontrar en sus empleados. En cierto sentido, para ser un buen líder debes ser un buen buscador de talentos.
Pero esto no es lo único, debes controlar tus impulsos de mantener todo bajo tu dictamen. Es decir, de qué te sirve tener un grupo de gente talentosa y emprendedora trabajando para ti si no les darás la oportunidad de crecer, si no les dejarás libertad para que hagan más que lo que tú les mandas, si no permites a nadie (ni a ti mismo) salir de tu zona de confort e innovar.
Hay que tomar riesgos, y así como hay que saber buscar talentos, hay que dejarlos ser. Si tú eres bueno en tu trabajo, debes compartir tus experiencias, y no fomentar la dependencia. Si realmente tienes claros los objetivos de tu empresa, de tu proyecto, y eres definitivamente el líder, eso es lo que debes recordar siempre a quienes trabajen para ti. Como se dice en Argentina, hacer que “se pongan la camiseta de la empresa”, que jueguen para tu equipo, y no que te odien por arrogante o por tener más dinero o más éxito empresarial.
Cuando se lidera a un grupo de personas, hay que tener en cuenta eso mismo, que son un grupo y que son personas. A veces pareciera que en algunos trabajos, cada uno está en su casilla, aislado, no hay comunicación entre el personal. No hay comunicación más que la entrega de lista de tareas para hacer en el día o en la semana por parte del líder.
Un líder inspirador, se mantiene en contacto personal con su grupo de trabajo. Esto es muy importante, porque si conoces los talentos de la gente que trabaja para ti, si sabes en qué brillan, puedes incluso obtener ideas para innovar con tu empresa desde allí. Si alguien está acotado a hacer un trabajo monótono, no responderá a ti como a un líder, sino como a un prestador de trabajo que le envía un cheque a fin de mes.
Así como puedes tener gente talentosa trabajando para ti, puede que no la tengas, y en ese caso, debes intervenir, estar informado, actualizarte, y saber bien cuál es el trabajo que estás pidiendo que realicen. Esto es muy importante: debes corregir con inteligencia. Si alguien tiene siempre un buen desempeño, es muy organizado y cumplidor, a veces puede terminar haciendo un trabajo de la misma calidad que aquel que está bien formado y es muy talentoso, todo esto si tiene una correcta guía por parte de su líder.
Circunstancias de liderazgo
A veces ser “líder“ depende de una cuestión de dinero, o bien, eres el líder porque tuviste una idea y conseguiste el capital para comenzar tu empresa. Pero ser un líder inspirador, tiene más que ver con tus aspiraciones personales, con ir más allá de tu zona de confort, con salir de la caja y pensar en el futuro, pensar en innovar, en encarar nuevos proyectos. El líder inspirador es un líder creador de líderes. Aquel que te convence de que puedes llegar alto y que te muestra el camino para lograr el éxito.
El líder inspirador es el que toma un problema y lo convierte en un objetivo a cumplir, es el que crea las circunstancias para que el éxito se dé y desconfía de la “suerte”. Porque:
Si eres líder: motiva, entrena, sé un poco coach, u poco compañero, comparte lo que sabes, corrige con inteligencia, en definitiva: inspira y evita que tus empleados se sientan como en el siguiente corto que ha dado la vuelta al mundo.