Nunca deja de sorprenderme cuánto tiempo gasta la masa buscando atajos mágicos para alcanzar el éxito empresarial cuando el único camino ideal está mirándolos de frente: los emprendedores reales que comienzan negocios verdaderos, que emplean a masa efectivo y que hacen productos y servicios para sus clientes.
Sé que es difícil, involucra mucho trabajo, pero así es la vida. Encima, ve el lado amable: harás lo que quieras a tu estilo. Sólo hay una trampa, tienes que cascar por algún lado. Las ideas y oportunidades no se crean de la cero. La única forma que conozco para comenzar es cultivarse una astucia comercial y trabajar duro. En mi experiencia, de ahí es de donde vienen las ideas, socios y finanzas.
Si quieres hacerlo correctamente, aquí hay ocho historias que tal vez nunca has escuchado de empresas reconocidas.
Pierre Omidyar. En 1995, un programador de computadoras comenzó a subastar cosas en su sitio Web. AuctionWeb, como antiguamente era conocido, era un plan personal, pero cuando la cantidad de tráfico aumentó, fue necesario crear una cuenta en internet y Omidyar tuvo que comenzar a cobrarle poco a las personas por el servicio. De hecho, contrató a su primer empleado para que se hiciera cargo de estos pagos. Este sitio hoy es conocido como eBay.
John Ferolito y Don Vultaggio. En los 70s, una pareja de amigos de Brooklyn creó una distribuidora de cerveza en la parte trasera de un autobús. Dos décadas seguidamente, al ver lo acertadamente que le iba a Snapple, decidieron intentar hacer bebidas dulces y lanzaron AriZona Green Tea. Hoy en día, esta marca es la número uno en Estados Unidos y se distribuye a nivel mundial. Estos amigos todavía son dueños de la empresa.
Matt Maloney y Mike Evans. Esta pareja se encargaba del ampliación de software en Chicago. Estaban trabajando en un tesina y se cansaron de denominar a los restaurantes para pedir su cena, fue entonces cuando se les ocurrió la idea de tener un solo puesto al cual anhelar para acoger la comida. Ahí es donde decidieron iniciar GrubHub, empresa que se dio a conocer el año pasado en abril y ahora vale más de tres mil millones de dólares.
Joe Coulombe. Después de ejecutar una pequeña cautiverio de tiendas de conveniencia en el sur de California, Coulombe tuvo una idea: tal vez los universitarios quieran poco mejor que el Seven Eleven. Así que abrió una tienda con un tema tropical en Pasadena llena de buen morapio y otras bebidas, contrató buenos empleados y les pagó acertadamente. Agregó más locaciones cerca de universidades, comida saludable y así fue como comenzó Trader Joe’s.
Howard Schultz. Un espejismo a Milán le dio la idea a un chavea comerciante que trabajaba para una tienda de café en Seattle de mejorar la calidad del espresso como lo hacían en Italia. Su director no tenía ganas de ser dueño de varias cafeterías, pero accedió financiar la idea de Schultz. Hasta le vendió el nombre del negocio Starbucks.
Phil Robertson. Había un hombre que amaba cazar patos, tanto que prefirió hacer eso en zona de divertirse para la NFL. Inventó un llamado para patos, comenzó su propia empresa citación Duck Commander, eventualmente puso a su hijo Willy a cargo y eso dio ocasión a un imperio de medios de comunicación y merchandising para un imperio llamado Duck Dynasty.
Konosuke Matsushita. En 1917, en Japón, un aprendiz de 23 primaveras que no tenía ninguna educación formal trabajaba en la empresa Osaka Electric Light. Se le ocurrió la idea de una toma de luz mejorada. Su caudillo no estaba interesado, así que el muchacha Matsushita comenzó a hacer muestras en su sótano. A posteriori probó con lámparas para bicicletas que funcionan con baterías y otros productos electrónicos. Matsushita Electric, como era conocida hasta 2008 cuando la empresa cambió el nombre oficialmente a Panasonic, ahora vale 66 mil millones de dólares.
Steve Wozniak y Steve Jobs. Aunque habían sido amigos desde la secundaria, estos dos jóvenes que abandonaron la universidad recibieron registro en el mundo de la computación por ocurrir trabajado en un articulación en Atari. El tercer fundador de Apple, Ron Wayne, igualmente era educando de ahí.
Como siempre he dicho, el mundo está empachado de posibilidades infinitas y grandes oportunidades, pero tu vida y carrera tienen un confín, lo que significa que tienes cierto tiempo para iniciar y dejar tu marca en el mundo. Este es tu momento, no lo pierdas. Encuentra poco que te guste y hazlo, así es como empiezan los verdaderos emprendedores.