
El ahorro energético es un mecanismo que algunos países del mundo tratan de aplicar para reducir el calentamiento global, otros lo pueden hacer para disminuir gastos por el consumo.
Bien sea porque no tengas aire acondicionado o trates de ser ecológicos en tu oficina, debes de tomar en cuenta que mantener tu cuerpo hidratado te ayudará a calmar el calor que puedes pasar durante unas horas o toda la jornada laboral.
Bien sea porque en tu oficina trates de ser ecológico, reduciendo el consumo energético, no tengas aire acondicionado o simplemente se fue la luz de forma inesperada es mucho lo que puedes hacer para sentirte más fresco que una lechuga y poder trabajar con tranquilidad.
Para nadie es un secreto que la hidratación es primordial para el organismo, pues el cuerpo necesita agua o cualquier tipo de líquido para poder funcionar. Pero lo que muchos no saben, es que, a la hora de calmar el calor, también juegan un papel importante ¿por qué?, te ayudarán a bajar la temperatura.
Es por eso que debes de consumir, en el caso de las mujeres, por lo mínimo 2 litros 200. Mientras que los hombres la cantidad debería ser 3 litros al día.
Según la dirección de control de enfermedades estadounidense, el cuerpo debe mantenerse fresco, como si se tratase de un enfriador eléctrico. Para ellos se debe consumir agua o cualquier bebida que refresque, para poder tener una temperatura corporal normal.
Otra alternativa que resulta efectiva, para quienes no les gusta consumir mucha agua, es comer helados a base, más que todo, de hielo y una pequeña cantidad de jugo. Si eso es lo que más te satisface, sólo tienes que tomar en cuenta que el zumo sea lo más natural posible: fruta concentrada y sin mucho endulzante o simplemente nada.
Más opciones
Después de mantener la temperatura de tu cuerpo regulada, debes de empezar a buscar las cosas que debes mejorar o evitar a tu alrededor, para tener alejado el calor de tu oficina o ambiente de trabajo.
1. Adiós al sol
Mientras el sol esté en su mejor sonrisa, trata en lo mínimo que entren los rayos por la ventana. Para evitarlo, debes de tener las persianas o ventadas cerradas; al igual que las cortinas.
Dale toda la sombra que puedas al espacio, durante esas horas más duras, como si estuvieses debajo de un frondoso árbol.
2. Tejidos suaves
¿Alguna vez has escuchado o leído que los colores oscuros, como el negro, dan calor? pues sí, debes evitarlo en lo absoluto. Desde la ropa que vistes hasta las telas y tapicería de los muebles, en caso de tenerlos, deben ser claros y suaves. Estos colores brindarán un aire de frescura y paz.
3. Aprovechar el momento
Así como existe una hora adecuada para el bronceado, también lo hay para ayudar a refrescar el ambiente.
Si eres de los que llega temprano a la oficina o simplemente es parte de tu horario laboral, trata de abrir las ventanas entre las 4:00am y 8:00am o dejarlas abiertas, si puedes hacerlo, para que se concentre todo el aire fresco que ofrece la noche.
4. Técnica de canguros
El “cómo marsupial” es una técnica utilizada por los canguros para refrescarse. Aunque parezca un poco alocada, lamerse las muñecas te ayudará a calmar el calor.
La saliva toma energía de esta parte del cuerpo para evaporarse, por eso ayuda a disminuir la temperatura, justo ahí, donde las venas le inyectan sangre y ahora frescura al resto del organismo.
5. Recurre a las plantas
Si eres de los que les gusta las plantas y no puedes colocar enredaderas en la ventana o balcón para refrescar el ambiente, recuerda que adornar tu oficina con porrones de hojas verdes, del tamaño que te parezca más acorde, te ayudará a realizar un efecto similar.
6. Disminuye electrodomésticos
El consumo de energía en los electrodomésticos o bombillos hace aumentar el calor ambiental y corporal, por eso debes evitarlo para regular la temperatura, durante estos días u horas cálidas.
7. Ventiladores de techo
Este tipo de alternativas es una de las más eficaces dentro de un ambiente de trabajo u oficina, pues pudieran tener diferentes formas de funcionar.
Para el verano se colocan las aspas para que giren en el sentido contrario de las agujas del reloj para refrescar. Mientras que, en el invierno, deberían funcionar hacia la derecha, para desplazar la brisa cálida que se acumula en el techo.