Son muchos los trabajos que requieren una serie de cualidades personales independientemente de los conocimientos específicos que se requieran de cada materia pero es el trabajo de cara al público el que requiere mayores cualidades ya que hay que tener ciertas dotes y habilidades para poder desarrollar el trabajo de manera adecuada.
La amabilidad y el respeto son también cualidades muy valoradas para trabajos back-office pero sobre todo para que haya un buen ambiente de trabajo, mientras que para los trabajos front-office son necesarias para el éxito del negocio.
Por tanto, para trabajar de cara al público van a ser necesarias una serie de características personales que de ellas va a depender muy mucho el éxito o no de la relación que haya entre la empresa y el cliente.
Podemos destacar las cuatro características mas importantes que un empleado tiene que tener para encontrar empleo de cara al público y estas son:
- Tener buena presencia. Cuidar la imagen es fundamental en este tipo de trabajos ya que está de más decir que la primera imagen es la que cuenta en la mayoría de los casos. Mostrar la mejor cara y una buena imagen es el primer paso para que el trabajo sea un éxito.
- Saber hablar. Puede parecer una cualidad tonta porque hablar aprendemos en la infancia pero aquí de lo que se trata es de saber comunicar el mensaje de una forma clara y rápida , sin andarnos con titubeos o coletillas repetidas al final de cada frase o usar un lenguaje no apropiado.
- Ser amable. Se puede decir que esta característica es la principal que debe tener toda persona que quiera realizar un trabajo que esté en contacto con el público y no es fácil de forzar sino se tiene. El buen vendedor es aquel que siempre tiene una sonrisa y que está dispuesto a hacer todo lo que esté en su mano para ofrecer al cliente lo que vaya buscando.
- Saber relacionarse. Esto es una habilidad más que una cualidad. Lo principal es tener una actitud extrovertida y saber entablar una conversación fluida para ser capaces de establecer un contacto partiendo de cero con personas desconocidas.
- Saber vender el producto. Se trata de saber motivar a los clientes para que compren. Esto se aprende conforme se va teniendo más experiencia. Aunque para saber vender algo lo primero que hay que hacer es mantenerse informado y actualizado sobre el producto que se pretende vender. Documentarse, dominar lo que se vende y conocer los productos o servicios similares que ofrece el mercado, así como sus precios, características, etc. va a desembocar que nuestra venta tenga más posibilidades de éxito.
- Ser un buen intermediario. La persona que está trabajando de cara al público en realidad está actuando de intermediario entre la empresa y el cliente. Por ello, los más experimentados son capaces de proporcionar la mayor cantidad de alternativas tanto a la empresa como al cliente.